RedacciónSábado, 30 de agosto de 2025
El Rock & Road congrega a 2.500 amantes del rock en una velada única en San Andrés y Sauces
Ataviados con faldas escocesas, los cinco palmeros que integran Manikomio del Sur fueron los primeros en subirse al escenario, desatando con su rock alternativo. Los fuencalenteros dejaron claro su hambre de escenario, manteniendo al público en pie hasta la llegada de Los Rebeldes.
La banda catalana, con casi medio siglo de recorrido, arrancó su salvaje show con su mítico 'Mediterráneo, ruta de calor...' . Con el himno de la década de los 80 iniciaba un concierto que en una hora y media hizo un magistral repaso de los éxitos de sus casi 20 álbumes.
Entre el público destacaban las camisetas rojas del Rock & Road Van_Experience, que identificaban a decenas de caravanistas llegados de distintos lugares del Archipiélago para unirse a esta experiencia musical y sobre ruedas, y que continuarán su ruta en los próximos días por el norte de La Palma.
Tras Los Rebeldes, el festival cambió de registro con Pignoise, que transportó a la audiencia al pop punk español de los 2000. Con la canción de Campeones de fondo, de la famosa serie animada sobre fútbol 'Oliver y Benji', Álvaro Benito —excentrocampista del Real Madrid—, saltó al escenario junto a su banda, en un tour especial por su 20 aniversario como grupo. Tras cantar junto a la multitud varios de sus temas más conocidos, la formación dejó lo mejor para el final: su éxito más reconocido, Te entiendo, para llenar de nostalgia el recinto antes de su salida.
Entre canción y canción, el Puerto Espíndola ofrecía un marco incomparable, con el imponente escenario junto a la costa con vistas al Atlántico. Desde los camerinos, los artistas también pudieron disfrutar de un paisaje único hacia la cascada que cae sobre la zona trasera del recinto, rodeada de ñames y plataneras que abrazan el risco.
El cierre del evento se lo llevó el considerado mejor tributo a Queen del mundo, Dios Salve a la Reina, con los clásicos inmortales de la banda británica que décadas después siguen conquistando a seguidores de todas las edades.
El argentino Pablo Padín volvió a transformarse en Freddie Mercury, acompañado de una banda, escenografía, vestuario y coreografía que transportaron a los asistentes a las verdaderas actuaciones del insigne grupo.
En total, 2.500 rockeros vivieron una noche que confirmó lo que ya se intuía en la primera edición: el Puerto Espíndola es el nuevo escenario musical del norte de La Palma.
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