RedacciónLunes, 11 de agosto de 2025
Iván Díaz: «Al maestro Pedro Hernández Cabrera, en agradecimiento y profunda admiración»
La mayoría de los que formábamos ese grupo de árbitros teníamos claro quién era nuestro referente en la isla, pero además lo era para todo aquel que se colgaba un silbato en una cancha de baloncesto en esa época, la persona que cambió el arbitraje en España, la que dignificó la figura del árbitro, el maestro Pedro.
Verlo arbitrar había sido puro espectáculo, pasión, entrega, pero su forma de entender el baloncesto y el arbitraje iba más allá de los 40 minutos que duraba un partido.
Pedro nos enseñaba cómo el árbitro también se prepara, entrena, domina las Reglas de Juego, conoce la Competición, etc. para poder estar a la altura de lo que se espera de un juez en una cancha, para así poderse ganar el respeto y el reconocimiento por parte de todos: compañeros, jugadores, entrenadores, e incluso del público, pero siempre con humildad, siempre con "el perdón y el gracias" que nos decía.
El baloncesto siempre fue y es lo más importante. Nuestro deporte. Por encima de las personas estaba y estará el baloncesto. El árbitro no era ese mal necesario sino la figura que dirige y controla el normal desarrollo del mismo.
Pedro nos enseñaba como por encima de todo siempre debía estar el baloncesto: "Si se te rompe el cordón del silbato, puedes utilizar el cordón de la zapatilla, lo importante es el partido de baloncesto".
Hace ya un tiempo el Excmo. Cabildo Insular de La Palma concretó la magnífica decisión de poner el nombre del pabellón de baloncesto de la Ciudad Deportiva de Miraflores como "Pabellón Pedro Hernández Cabrera". Todo un acierto. Nadie debe olvidar a una persona que ha aportado tanto al baloncesto y al arbitraje, y aunque es verdad que "nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos", que decía Neruda en uno de sus poemas, porque el baloncesto ha cambiado mucho, y el arbitraje también, siempre hay que reconocer aquellos que marcaron época.
En nuestra última conversación, con motivo de la entrega de la distinción de la Revista Gigantes del Basket del "Premio Leyenda", me dijo "nunca he entendido como no llegaste a la ACB", y yo respondí, con la admiración de siempre; "y yo nunca he entendido cómo el mejor lo dejó a los 30 años".
Gracias por todo maestro Pedro, sigue brillando en el cielo. DEP."
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