Los locales se han quejado abiertamente de la actuación arbitral.
RedacciónDomingo, 30 de abril de 2017
2ªB
El Mensajero no puede con el líder y se complica la permanencia
Una derrota (1-2) y tres puntos que vuelan de La Palma en un partido feo, de ida y vuelta, donde una vez más el líder no supo ni pudo demostrar la diferencia técnica entre unos y otros. Al final un gol de pillo de los de toda la vida, de los de delantero siempre con la caña a punto, de Héctor Hernández dio la victoria a los visitantes.
Los de Mingo Oramas jugaron la última media hora con diez. Hasta entonces había quedado una primera parte más o menos vistosa con algunas ocasiones en ambos bandos y sendos goles. El primero de un Rafa Gálvez al que Aira empotró en la defensa por la ausencia, lesionado, del capitán Carlos Delgado. Tras un saque de esquina desde la derecha, aclarado por parte de los compañeros y el cordobés entrando desde el punto de penalti para rematar de cabeza con toda la violencia del mundo.
De nuevo a balón parado pero esta vez en el área contraria un duro disparo de Vianney desde 30 metros levantaba del asiento a los 670 espectadores presentes en el estadio. A Tomeu no, porque ya estaba de pie y vio inmóvil como el esférico trazaba un magnífico recorrido hasta su escuadra derecha. Uno a uno y todo volvía al comienzo. Y volvían las carreras, idas y vueltas sin concreción, tremendo esfuerzo por ambos bandos tan digno como estéril.
En la reanudación alguien debió de avisar en el túnel de vestuarios a ambos equipos que sólo les quedaba una parte para el final y que el que palmara lo tenía crudo a falta de dos jornadas.
Y allí que salieron ambas escuadras. Con más miedo que otra cosa. No avanzaba el balón y no se veían combinaciones pues todos estaban ocupados por tener gente detrás del balón no fuera a ser que alguien robara el esférico. La entrada a destiempo y fuera de lugar de Juanda rompió el partido dejando al Mensajero con 10 pero algo más despierto ante las protestas al árbitro de sus seguidores.
Tanto apretaba el Mensa que no se notaba la diferencia de jugadores y el marcador no parecía por la labor de mover el resultado e iban pasando los minutos.
En el minuto 82 Aketxe entró por banda izquierda en el área, Héctor la remató sin fuerza de tacón pero el portero la rechazó como la manzana que cae del árbol, dejando que alguien pudiera recogerla. Y ahí Héctor demostró el olfato que atesora.
Los últimos minutos fueron de achique de agua de los visitantes ante un arreón de los locales sin convicción.
Deje un comentario