Sube el absentismo y alcanza niveles récord en Canarias

El absentismo laboral está creciendo con fuerza en este 2016, por tercer año consecutivo, y cerrará el ejercicio en niveles récord. Si durante la crisis las bajas por enfermedad cayeron por el temor de los trabajadores a perder su empleo ahora, al calor de la recuperación, la tasa aumenta. El coste del absentismo es de casi 4.000 millones euros en Canarias.

El año 2016 será el tercer ejercicio consecutivo de aumento del absentismo laboral tras el fuerte descenso que se acumuló en la crisis económica (2007-2013). Entonces el temor a perder el empleo en una situación de gran inestabilidad llevaba a muchos trabajadores a no pedir la baja, lo que redujo la tasa al entorno del 3% en el Archipiélago. En 2012 Canarias era la segunda región con menor incidencia del absentismo.

Al calor de la recuperación la tendencia se invierte y el número de bajas por enfermedad aumenta. Hoy la tasa de absentismo supera el 5% y se encuentra en Canarias en niveles nunca vistos antes.

El director regional de Asepeyo en Canarias, Carlos Sánchez, advierte del "problema" al que se enfrentan las empresas canarias por el coste económico y el impacto sobre la competitividad que tiene el absentismo sobre ellas. "«Nunca habíamos estado tan mal como ahora. Esta es ahora nuestra lucha", indica.

Según los datos de Asepeyo, 2016  cerrará previsiblemente con un aumento de casi un 7% del absentismo, con más de 171.000 procesos de baja (en 2014 fueron 148.212). Este alza no se explica por el incremento de personas incorporadas al mercado laboral, que fue de un 3%. "Son casi tres puntos de diferencia", apuntó Sánchez al Canarias7. En 2015 y respecto al año anterior el aumento fue del 8,45%. Teniendo en cuenta los días de baja -6,8 millones- y el número de trabajadores que hay en Canarias, en torno a un 3% no acude a su puesto de trabajo cada jornada. Esto son casi 19.000 empleados. "Es necesario tomar medidas para que la tasa no siga aumentando", manifiesta.

El impacto que este absentismo tiene en la Seguridad Social, las empresas y por ende en la economía canaria es muy elevado. Los costes directos que generan los procesos de baja por el pago de prestaciones ascienden a 3.800 millones de euros. A esto hay que sumar el impacto en el Producto Interior Bruto (PIB) de las Islas por lo que se denomina el coste de oportunidad y que son los bienes y servicios que dejan de producirse y que es del 8% (a nivel nacional es inferior, del 5,6%), lo que arroja la pérdida de casi 4.000 millones de euros.