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¿Bajada de La Virgen 2020 o 2021?

El Obispado decide esta semana si la Bajada de La Virgen mantiene sus fechas o se traslada a otras nuevas.

El estado de alarma que ha generado la crisis sanitaria del coronavirus desde el pasado 14 de marzo, ha obligado a la suspensión de todo tipo de actos públicos, independientemente de su índole, como medida de prevención ante la propagación de la pandemia. Se trata de una medida que ha afectado a numerosos eventos en la Isla de La Palma y que mantiene en vilo la celebración de las esperadas Fiestas Lustrales de la Bajada de La Virgen.

El calendario marca como fecha de inicio de la que es la festividad más importante de la Isla, el próximo 20 de junio; sin embargo, la nueva situación dificulta que la celebración pueda continuar con su planificación, dadas las elevadas aglomeraciones a las que acostumbra La Bajada y sus diversos actos por su carácter tradicional y su gran atractivo turístico.

Y es que, aunque para esa fecha lo esperado es que el estado de alarma haya finalizado y nos encontremos en medio de un proceso de recuperación gradual de la normalidad, las aglomeraciones se deberán seguir evitando o controlando para contener posibles rebrotes de la pandemia.

Ante la obligación de tomar una decisión al respecto de la celebración de las Fiestas Lustrales, el Obispado, encargado de esta determinación, se reúne durante esta semana para decidir si se mantienen las fechas previstas o si habrá cambios. En este sentido, lo que se baraja es mover la Bajada de La Virgen a los meses de septiembre u octubre de este año o, definitivamente, trasladar la celebración al verano de 2021.

Hasta el momento la toma de la decisión se había alargado porque el Obispado ha querido esperar a la evolución del proceso sanitario y, por ende, del confinamiento; sin embargo, este aplazamiento no puede continuar dada la compleja organización que requieren las Fiestas Lustrales.

Una vez se haya reunido el Obispado, tendrá lugar un encuentro con los responsables del Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma, como anfitrión y encargado de la organización de La Bajada de La Virgen; para comunicar la decisión y coordinar la planificación de las Fiestas.

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