Garafía recuerda que el acceso a la Cueva de la Furna es peligroso y está prohibido

El Ayuntamiento de la Villa de Garafía, en acuerdo plenario, decidió prohibir el acceso a la Cueva de la Furna, basándose en la información facilitada por el Área de Costas, la Policía Local, así como por varios expertos espeleólogos y biólogos que visitaron el enclave y realizaron los primeros estudios de la cueva. Toda la información recogida hace referencia a la dificultad del acceso, a la falta de medios adecuados por parte de las personas que han accedido hasta el momento, la falta de seguridad estructural, la fragilidad de las formaciones geológicas peculiares de su interior, la posibilidad de que albergue fauna cavernícola desconocida hasta el momento, etc.

Ante la visita incontrolada a la Furna por parte de personas sin experiencia en espeleología, incluyendo la entrada a la misma por parte de menores de edad, sin las condiciones materiales idóneas para ello, además del acceso submarino por parte de empresas de ocio activo y aficionados, se tomó la decisión de clausurar el acceso terrestre. La prohibición de acceder a la Cueva de la Furna, ya sea a través del acceso terrestre o el submarino, salvo autorización expresa del Ayuntamiento de la Villa de Garafía, dejaría sin efecto cualquier seguro de responsabilidad civil que las empresas involucradas puedan tener si hubiera un accidente dentro de la cueva. La extracción de un herido de la cavidad sería muy arriesgada, complicada y costosa debido a las condiciones de los accesos a la cavidad.

El Ayuntamiento de la Villa de Garafía sólo se plantea autorizar el acceso a aquellos investigadores que, justificadamente, pretendan realizar estudios de la oquedad, para lo cual deben presentar la documentación necesaria que se les requiera. Cualquier otra persona se enfrentaría a una sanción económica.

Por otra parte, son varios los organismos públicos que han incluido las imágenes de la Furna (utilizando el erróneo nombre de Cueva de La Luz) en medios dedicados a la promoción turística, llevando a engaño al visitante que cree que podrá visitar este enclave. El Ayuntamiento de la Villa de Garafía estudiará junto con la Dirección Provincial de Costas, la posibilidad de gestionar el acceso a la Cueva de la Furna con garantías de seguridad, tanto para las personas como para la geomorfología y biodiversidad de la Furna de Juan Adalid.

Por último, el Ayuntamiento quiere aclarar que la Cueva de La Luz sí existe. Está en el Barranco de La Luz, también en la Villa de Garafía, y es el escenario de una bonita leyenda relacionada con el culto a Nuestra Señora la Virgen de La Luz, patrona del municipio. Desde esta institución rogamos que se utilicen correctamente los topónimos.

Furna

Una furna es una cueva y esta palabra portuguesa-gallega se ha mantenido intacta en Garafía como sinónimo de “cueva vertical parcialmente sumergida en el mar”. En otros sitios reciben nombres como “bufaderos” y, a pequeña escala son habituales en las costas de todas las islas Canarias. Son varios los topónimos que señalan estos peligrosos enclaves de la costa norteña de La Palma. En el barrio de Juan Adalid encontramos una furna especialmente espectacular por su tamaño y la escondida belleza de su interior. Conectada con el mar a través de una cueva submarina, en días de mar malo, el sonido que emiten sus respiraderos llega a escucharse a más de 7 kilómetros de distancia.

La Furna de Juan Adalid se ha convertido en un atractivo para muchos visitantes en los últimos años, después de haberse publicado algunas fotos de la misma. Aunque entonces se aludiera a varias personas como descubridoras de este enclave en la costa garafiana, lo cierto es que su existencia ha sido conocida desde hace muchos años. Precisamente, las personas que accedieron a la cueva por primera vez decidieron no hacerlo público por considerar que los accesos son muy peligrosos y evitar así la situación que se vive actualmente. Pero no sólo los accesos son peligrosos, primero descendiendo por el acantilado hasta las aperturas y luego a través de grietas estrechas y con grandes caídas que hay que salvar con métodos de escalada, sino que la estancia dentro de la Furna puede conllevar muchos riesgos. Al estar en su interior se desconoce el estado del mar, muy cercano al acceso principal. Se trata de mar del norte, con fuertes corrientes y un estado imprevisible, cambiante y ventoso.

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