El Gobierno visita la zona afectada para evaluar los daños del incendio en las proximidades de Risco Caído y su entorno

-Tras una primera evaluación visual, la directora general de Patrimonio Histórico afirma que el fuego llegó a las puertas de las emblemáticas cuevas pero que no se vieron afectadas

-Propone realizar una prospección arqueológica conjunta entre todas las entidades para disponer de un inventario detallado de la situación de todos los bienes patrimoniales

La directora general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, Nona Perera, ha realizado en la mañana de hoy, viernes 23, una visita a determinadas áreas incluidas en el expediente de Patrimonio Mundial de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria, al objeto de hacer una primera evaluación visual de los daños producidos por el reciente incendio. Durante el recorrido, Perera estuvo acompañada del alcalde de Artenara, Jesús Díaz, y del arqueólogo y descubridor del yacimiento Risco Caído, Julio Cuenca.

Tras esta primera impresión, la directora indicó que es ‘necesario comenzar a prospectar toda el área afectada, se encuentre incluida o no en el citado expediente, para conocer la afección parcial y total de los bienes patrimoniales conocidos, pero también para inventariar por primera vez bienes muebles y inmuebles hasta ahora desconocidos pertenecientes fundamentalmente al patrimonio arqueológico y etnográfico’

Nona Perera señaló que el fuego llegó prácticamente hasta la puerta de Risco Caído y otras emblemáticas cuevas, pero que ‘afortunadamente no se vieron afectadas, e incluso la infraestructura técnica que se instaló para la vigilancia y conservación sigue funcionando correctamente’. En su opinión, ‘probablemente la mayor incidencia negativa del fuego sea en las estructuras arquitectónicas de madera, o las techumbres de madera de las construcciones de piedra’.

La directora general, que es una experta reconocida en arqueología y en Patrimonio arquitectónico, añadió que ‘este trabajo de prospección arqueológica superficial es necesario comenzarlo antes de que la vegetación alcance un porte que imposibiliten su correcta definición’.

En su opinión, ‘probablemente un buen conjunto de elementos como cavidades naturales y artificiales, elementos del patrimonio industrial, acequias, bancales, aljibes, pajeros, gañanías, e incluso semillas antiguas que podrán germinar por la fertilidad que le aportan la ceniza, se incorporarán al conocimiento actual, pudiéndose reconstruir con ello paleosuelos por ahora desconocidos’.

Para lleva a cabo la labor de prospección que plantea para conocer en profundidad las consecuencias del incendio es necesario, a su juicio, ‘aunar capacidades para conseguir que personal técnico de la FEDAC, Cabildo Insular, Ayuntamientos, Jardín Botánico y la Dirección General de Patrimonio Cultural trabajen conjuntamente en modelos de inventarios del patrimonio afectado recogiendo en cada caso el grado de afección, conservación, situación de riesgo y propuesta de intervención para su correcta conservación.

En esta primera inspección ocular, que abarcó a Risco Caído, Cueva de la Paja, Acusa, El Hondillo, Altos de Agaete, Bentayga o Risco Chapín, ‘hemos podido comprobar que, si bien el incendio afectó a estas zonas, los elementos principales que incluye el expediente de Patrimonio Mundial no han experimentado contacto directo con el fuego, aunque sí en su entorno’.

‘En este escenario’ -agregó- no descartamos que sea necesario inventariar algún elemento patrimonial perdido por el incendio’. En cualquier caso, insistió en que lo necesario ahora es ‘inventariar los elementos que se incorporan a un documento patrimonial por primera vez, revisar lo existente por conocido describiendo su grado de afección, y registrando lo perdido porque ya no se encuentra en el paisaje, pero si estaba catalogado o bien era conocido’.

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